El reciente 23 de diciembre falleció en Quito, a los 85 años de edad. El general Richelieu Levoyer, figura emblemática del Ejército ecuatoriano, de cuyo servicio activo se hallaba retirado. Su muerte deja un sensible vacío en las filas militares y enluta a la patria toda, que le debe invalorables servicios, especialmente los cumplidos en defensa de la integridad territorial, la democracia real y el derecho de las masas populares a que su voz sea escuchada.
Cuando el
corrupto y agresivo militarismo peruano, aupado como siempre por los mandos
militares yanquis, desataron el conflicto de Paquisha contra nuestra patria, el
general Levoyer, ubicado en El Oro, al mando de 25 mil soldados, constituyó un
baluarte contra el expansionismo empujado desde Lima por el mandatario Fernando
Belaúnde. Detrás de la agresión se agazapó entonces la consigna norteamericana de acabar con el gobierno latinoamericanista de Jaime Roldós Aguilera. Esto
pocos meses antes de que el complot de la CIA y la derecha criolla acabaran con
su vida.
En los
años inmediatamente anteriores a Paquisha, el papel desempeñado por el general
Levoyer fue notable y para entenderlo hay que situarse en aquel momento. Los
mandos militares se hallaban rabiosamente decididos a tumbar al gobierno
presidido por el general Guillermo Rodríguez Lara, bajo la inspiración y el
billete de la Texaco (Chevron) y demás empresas anglonorteamericanas que se
habían repartido el suelo y el subsuelo del país, y a las que recortó las uñas
ese régimen, especialmente gracias a la conducta de la Marina, representada por
el ministro de Recursos Naturales, contralmirante Gustavo Jarrín Ampudia.
Caído
Rodríguez Lara, se inició el régimen de los "triunviros": Alfredo Poveda Burbano, por la Marina; Leoro Franco, por la Aviación, y por el
Ejército, el general Guillermo Durán Arcentales, un peligroso fascista con
inconfundibles nexos con la CIA. Por fortuna, al no lograr constituir un solo
bloque antinacional y derechista, militares pundonorosos y honestos hubieron de
ser tomados en cuenta por el régimen para ocupar importantes funciones; fue
principalmente el caso del general Levoyer , llamado para el Ministerio de
Gobierno. Desde este puesto, Levoyer hubo de ejecutar políticas que desafiaron
las orientaciones básicas de los "triunviros". Dos fueron sus
acciones más sobresalientes: la supresión del Retén Sur y los diálogos
políticos para hallar una salida democrática a los diez años de dictaduras
sucesivas.
El Retén
Sur, ubicado en Chimbacalle, Quito, era un antro carcelario donde igual se
torturaba a presos políticos que a delincuentes comunes o a simples ciudadanos
acusados de cualquier cosa. En ese antro se violaba a mujeres detenidas y se
traficaba a dos manos con la libertad y la justicia. Suprimirlo era desafiar a
poderosos jefes policiales y a políticos derechistas que lo sostenían como
instrumento de intimidación ciudadana. El ministro Levoyer tuvo el valor de
suprimir esta vergüenza nacional.
En cuanto
al diálogo para el retorno a la democracia por medio de elecciones, topaba con
dos obstáculos fundamentales: la derecha política, encabezada por León Febres
Cordero que buscaba una dictadura propia, y el sector golpista de los
"triunviros" que se negaba a entregar el poder. El ministro Levoyer
abrió el diálogo con sectores sociales y políticos ubicados en el plano
nacionalista y de posiciones izquierdistas, logrando con ello desbaratar los
planes para eternizar las dictaduras. Gracias a esa apertura, se consolidó el
camino eleccionario, que poco despúés llevó al triunfo al joven líder Jaime Roldós Aguilera.
Hoy,
cuando en nuestra patria vuelven a sonar tambores de guerra golpistas,
originados por los mismos intereses locales y extranjeros que combatió el
general Richelieu Levoyer, el duelo cunde en el seno del verdadero pueblo
ecuatoriano, y la democracia inclina sus banderas al paso de su cadáver.
E-mail: jaigal34@yahoo.es Twitter: @jaigal34
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contra. Ejerza su derecho a decir lo que piensa.
C. M. Luis Fernando Carvajal Herrera.
Atte.
E-mail: lufecahe_090908@yahoo.es
Twitter:
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Gracias por recordarme de esa buena figura y persona .
ResponderEliminarGracias,exelente documento como para no olvidarnos de esas noches y dias negros de nuestra historia .
ResponderEliminarJaime nos refresca la memoria y hace una lectura distinta de los hechos históricos , vistos de una perspectiva propia del autor
ResponderEliminarJaime nos refresca la memoria y hace una lectura distinta de los hechos históricos , vistos de una perspectiva propia del autor
ResponderEliminarGracias por recordar esta historia que en mi adolescencia no la consideraba ni entendia.
ResponderEliminarAnónimo 04 de enero de 2016
ResponderEliminarMuchas gracias, al leer el articulo pienso todo lo reprochable que se vivió en ese momento, pero que al mismo tiempo hubo personas que lucharon por nuestra dignidad y por nuestra democracia.
La Patria tiene mucho que agradecer a ilustres ecuatorianos como el Dr. Jaime Galarza y el General Levoyer.
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