Un acto incalificable contra la Patria del Libertador acaba de cometer el gobierno que preside LenÍn Moreno. Una verdadera puñalada asestada a la hermandad de nuestros pueblos y a toda América Latina. No otra cosa significa la expulsión de Carol Delgado, embajadora de la República Bolivariana de Venezuela, quien se ha granjeado la simpatía de muchos sectores del país por su ejercicio diplomático siempre respetuoso y solidario con las luchas y anhelos de nuestro pueblo.
El pretexto para esta
acción del régimen es ridículo, pues acusa al Ministro de Comunicación de Nicolás Maduro, Jorge Rodríguez, de haber lanzado una descarga de insultos contra el mandatario ecuatoriano, cuando en estricta justicia dicho funcionariono hizo más que responder insultos y calumnias lanzadas por Lenín Moreno en la asamblea de las Naciones Unidas contra el gobierno bolivariano.
Esto era de esperarse;
recordemos que poco tiempo atrás estuvo en Quito Mike Pence, vicepresidente de los Estados Unidos, quien vino declaradamente a buscar apoyo de Carondelet a la política de la Casa Blanca contra la patria del Libertador. A renglón seguido,
luego de esta visita imperial recrudeció el linchamiento mediático ejercitado
por los medios mercantilistas del Ecuador condenando a Maduro y su gobierno en
términos cada vez más provocadores. Entre las voces de los mandaderos de
Washington se destaca la de José Ayala Laso, el canciller de Jamil Mahuad.
A esto se agregan las
venenosas expresiones de Andrés Michelena, Secretario de Comunicación de Moreno,
quien dice refiriéndose al gobierno de Venezuela y a la línea progresista de
América Latina: “las declaraciones (de Rodríguez) demuestran que ese socialismo
corrupto, asesino y mentiroso del siglo XXI todavía vive en Venezuela”. Un
verdadero discurso fascista, típico engendro de la CIA.
Lo que ocultan este
enorme desaguisado lanzado contra la Patria del Libertador es la confabulación
del imperio y sus pajes criollos de nuestros países para la intervención
militar cada vez más evidente, luego del fracaso de la violencia, de los
movimientos derechistas de Venezuela y de los atentados con drones para matar a
Nicolás Maduro. Solo que la intervención militar está vez se camufla con un
rostro angelical y se la denomina “injerencia humanitaria”.
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C. M. Mg. Luis Fernando Carvajal Herrera.
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