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miércoles, 27 de agosto de 2014

EL OTRO JULIO CORTÁZAR

Una copiosa lluvia de flores ha recibido Julio Cortázar con motivo del centenario de su nacimiento. Él, fallecido hace 30 años, habría sonreído amablemente ante este cúmulo de homenajes, seguro de que en vida muchos de sus panegiristas le viraron la espalda en su hora, acusándolo al menos de ser complaciente con la violación de derechos humanos por parte de la “dictadura castrista”.  Y es que, en realidad, este genio argentino de la literatura universal fue un hombre que, sin militar en partido alguno, sintió en los más hondo de su ser los latidos de la revolución y la insurgencia. Por eso, a su manera, recorrió países en son de protesta contra las dictaduras que asolaban nuestra América y expresando su solidaridad con toda clase de rebeldes y contestatarios perseguidos o encarcelados.
Así, en enero de 1973 estuvo en Quito para visitar en su inmunda celda del Penal García Moreno al escritor Jaime Galarza, cuya poesía y cuyos libros, especialmente El Festín del Petróleo, motivaron encendidos comentarios suyos en distintos momentos. De Quito viajó a Argentina para visitar en la prisión a su amigo querido y excelente poeta Francisco Urondo, y si no se lo permitieron, se vengó públicamente con una hermosa y altiva “Carta muy abierta a Paco Urondo”, en que no solamente hizo gala de espíritu solidario sino que condenó de frente a la dictadura militar que desangraba a su país. Sin duda su poderosa palabra contribuyó para la excarcelación del poeta amigo y combatiente, aunque no pudo impedir que, liberado, cayera poco después en un tiroteo donde vendió cara y dignamente su vida. 

Con posterioridad, en enero de 1976, Julio Cortázar habría deconvertirse en uno de los principales promotores del Tribunal Rusell 2, reunido en Roma, el cual juzgó y condenó los crímenes de, la dictadura del general Videla, hermano siamés del sátrapa chileno Augusto Pinochet.

Una bella muestra de su espíritu insurgente, la estampó Julio en un poema sencillo pero profundo dedicado al Comandante Ernesto Che Guevara:





Yo tuve un hermano.
No nos vimos núnca
pero no importaba.
Yo tuve un hermano
que iba por los montes
mientras yo dormía.
Le quise a mi modo,
Le tomé su voz
libre como el agua,
caminé de a ratos
cerca de su sombra
No nos vimos nunca 
pero no importaba, 
mi hermano despierto 
mientras yo dormía, 
Mi hermano mostrándome
detrás de la noche
su estrella elegida.


E-mail: jaigal34@yahoo.es          Twitter: @jaigal34
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P.D. Le invito a que escriba su comentario en el recuadro de abajo, no importa si está a favor o en contra. Ejerza su derecho a decir lo que piensa.

C. M. Luis Fernando Carvajal Herrera.
Atte.

Twitter: @lufecahe

4 comentarios:

  1. Hermoso homenaje de Jaime al Maestro. Cortázar, escritor incorruptible, insobornable, irreductible, vino, hacia 1973, en pos de solidarizarse con Jaime, combatiente libertario, encarcelado por denunciar la corrupción, los atracos de las transnacionales y sus ladronzuelos criollos. ¿Qué diría hoy, el maestro, ante la lectura de un COIP que condena todo, que encarcela a todos y por todo? ¿Qué diría al conocer que un grafitero -autor de frases irrevverentes o de críticas mordaces al poder o de simples ocurrencias con socarrón sentido del humor- va preso, en virtud de ese código, entre vaios meses y algunos años? ¿Qué diría al conocer de la persecución a los defensores de la Naturaleza, de su habitat? ¿Qué, ante el laicismo vulnerado, ante la entrega a comunidades religiosas la educación y "evangelización" de etnias orientales y esemraldeñas? ¿Qué, ante la contemplación de una corrupción desatada, con rasgos de impudicia y obcenidad? ¿Qué diría el Maestro ante la libertad encadenada, el miedo destado? Saludos

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  2. Gracias Jaime por traernos a Cortazar, de Poeta a Poeta, querido amigo Mi poeta Jaime y amigo

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. A Julio le encantaba la música y en especial el buen Jazz es decir el "swing" porque pensaba que la música es necesaria tanto como el agua, el sol........ Un dia, con mi hermano ( no el que "nos vimos nunca"), caminando por el mercado de las pulgas, Porte de Clignancourt ,en Paris encontramos, en uno de los miles de puestos, toda una colección reunida de discos LP 33t de Jazz cuya selección nos pareció interesante a primera vista. Dando la vuelta a las carátulas para ver los títulos y créditos , nos dimos cuenta que en cada uno de estos Long-plays había un comentario corto pero preciso acerca de la obra, escrito a mano y al final se leía no una firma sino un nombre y apellido: Julio Cortazar......Por cierto volvimos a casa con los discos bajo el brazo.

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