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jueves, 1 de mayo de 2014

EL LÍDER Y LA HISTORIA

Todo proceso revolucionario, en cualquier país, requiere de líderes que sean capaces de captar la profundidad y las particularidades del momento, para poder orientar y conducir a las masas, que son, en fin de cuentas quienes construyen la historia. Sin esa capacidad de penetrar la realidad , los dirigentes pueden llevar a los demás a jornadas importantes, tales como ganar elecciones y dictar leyes y constituciones brillantes, pero no producir cambios incisivos en los planos que toda revolución exige: cultura, sociedad, economía.

Pero tener profundidad de vista no es suficiente. El líder debe también tener la virtud de ver lejos, más allá de la maraña cotidiana, donde apenas se dibuja el horizonte. Pero esto tampoco es suficiente: el líder auténtico debe ser un aglutinador de las masas, lo que le obliga a despojarse de todo sectarismo, para unir a todos en la marcha, sabiendo a ciencia cierta que no todos caminan igual, que hay ritmos diferentes y distintos puntos de partida. Aún más todavía: el líder debe ser quien da el primer paso siempre, si quiere que le sigan en el escabroso camino revolucionario. Las masas siempre desconfían o terminan desconfiando de los burócratas que dan órdenes desde un frío escritorio o una cómoda poltrona.

Reflexiones como éstas son necesarias hoy cuando militantes y simpatizantes de Alianza País enfrentan hoy, Primero de Mayo, en la ciudad de Esmeraldas un reto histórico, que entre otras decisiones incluye la elección de sus dirigentes nacionales, según se ha dado a conocer públicamente. Y es que se trata de eso: de un desafío histórico, pues sin una acertada conducción, el naciente proceso revolucionario que vive nuestra patria terminaría por frustrarse o, al menos, por estancarse quién sabe por cuánto tiempo.

Claro que Rafael Correa Delgado es el líder indiscutido de este proceso, que en alto grado ha surgido de su aguda visión del momento y del futuro, y del justo enlace dialéctico que él hace del caso nacional con el entorno mundial y, en especial, latinoamericano. Pero obviamente Correa no puede estar en todo ni dirigirlo todo, pues sus funciones de presidente de la República le obligan a una abrumadora carga administrativa, por lo que resulta indispensable que el movimiento que él dirige cuente con un conjunto de dirigentes nacionales, hombres y mujeres, leales al conductor del proceso, sí,  pero que a la vez dispongan de personalidad propia, de criterio independiente, de sentido unitario permanente, de tolerancia frente a la crítica e intolerancia autocrítica frente a los errores propios, que es la única manera de poder corregirlos a tiempo y honestamente, sin justificarlos con tal o cual pretexto ni culpar a los otros por los errores o fracasos.

No concluye allí el perfil que requiere actualmente un verdadero liderazgo, pues al mismo tiempo debe tener habilidad y arte para organizar a los militantes, a los simpatizantes y a las masas, pues de acuerdo a un viejo principio, justificado por la historia, la revolución no se hace, se organiza. 

Desarrollar estas capacidades exige, por supuesto, una base consistente de formación ideológica y política, que le distinga al líder del montón, sin que esto le haga sentirse superior a nadie. Sin esa base de principios y conocimientos programáticos, el líder no puede ir muy lejos ni conducir a los demás por rumbos acertados. 

Por fortuna, en el actual proceso hay un enorme caudal de valores humanos, que desgraciadamente se desaprovecha por razones de sectarismo, burocratismo, debilidad ideológica e ignorancia política.

La pregunta que todos nos hacemos ahora es si la convención nacional de Alianza País se pondrá a la altura de la historia, o será un escenario de discusiones ociosas y pretensiones inmerecidas de figuración y liderazgo.

Desde luego, este enfoque sobre el papel del liderazgo ensambla totalmente con una clara definición del proceso hacia la izquierda, única manera de avanzar a cambios profundos y construir la nueva historia.

E-mail: jaigal34@yahoo.es          Twitter: @jaigal34
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P.D. Le invito a que escriba su comentario en el recuadro de abajo, no importa si está a favor o en contra. Ejerza su derecho a decir lo que piensa.

C. M. Luis Fernando Carvajal Herrera.
Atte.

Twitter: @lufecahe

6 comentarios:

  1. Mi deseo de que el Movimiento pueda seguir en marcha, que nuevos líderes surjan, que sean honestos y deseen seguir llevando al país por derroteros de igualdad y justicia social y de progreso y bienestar. Esperemos que nustro país siga su rumbo de éxitos

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  2. por el amor,unidad y paz con justicia revolucionaria, ética revolucionaria antiimperialista organizar y radicalizar el proceso de alianza país depuirando de oportunistas y arribistas enquistados en AP.

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  3. Excelente articulo. Creo que la unica manera de garantizar la continuidad de una buena conducción revolucionaia es la creacion de nuevos cuadros enmarcados en los principios basicos del lider actual. Desafortunadamente eso toma cierto tiempo y es por eso que los lideres se ven forzados a mantenerse en el poder mientras preparan el plan de continuidad (Ejemplos, Cuba, Nicaragua, Venezuela). Debido a lo anterior he llegado a concluir que una "dictadura" es necesaria hasta que se garantice que el Liderazgo para la continuidad de los cambios este garantizada. Venezuela esta en problemas porque no lograron concretizar esa continuidad. A Ecuador le podria pasar lo mismo.

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  4. pes con el mayor respeto, pero lo que estamos viviendo de revolucionario no tiene nada... saludos compa.. que la utopia no muera con falsos discursos...

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  5. Pero el Sr. Correa no va a dejar que nadie entre y le haga sombra. El y solamente el, sabe todo, los demas no saben nada. Un oportunista, narcisista, egolatra, rayando en la locura no quiere compartir el trono real de su imperio.

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  6. Marcelo no muchos se dan cuenta de eso. Estos gobiernos seudo socialistas, que al mismo tiempo son capitalistas, son gobiernos de oportunistas, ej.: Venezuela, Bolivia, Argentina y Ecuador. Las sabatinas amarillistas de Correa con su yara yara anti-imperialista hace creer una cosa y luego hace lo opuesto EE.UU. tiene mala fama por su historia imperial en la región. Pero Washington no es el único imperio en su patio trasero. Fuerzas globales y LOCALES del capitalismo, el imperialismo y colonialismo de nuestros días, actúan en toda Latinoamérica.
    China ha sobrepasado a EE.UU. como el principal socio comercial de los países de la región; la mayor parte de sus negocios se encuentran en el área de extracción de recursos naturales. Y para muchas naciones en el Cono Sur, Brasil –que ahora es una semi (BRIC) potencia mundial, es una fuerza imperial en la zona, que utiliza gran parte de la riqueza natural de la región, tierras y potencia hidroeléctrica para alimentar sus crecientes industrias y población, (corredor Manta-Manaus por dar un solo ejemplo).
    El capitalismo tiene muchas caras y aliados, y no están basados solo en el norte del globo o dentro de esos gigantes económicos. La nueva cara del capitalismo global en Latinoamérica es impulsada tanto por CLASES CAPITALISTAS LOCALES que han buscado la integración en las filas de la clase capitalista transnacional como por el capital corporativo y financiero transnacional.
    Amigos del imperio y del capital se encuentran en la cima del poder entre los dirigentes políticos latinoamericanos. Correa es uno de ellos también, da subsidios a los pobres con unas migajas de pan para mantenerlos a raya y contentos, es un gobierno clientelista, empezando con el número uno, su hermano Fabricio y primo Delgado disfrutando del capitalismo en Miami, etc., y el mismo.
    En Latinoamérica, el Estado, frecuentemente en alianza con corporaciones transnacionales, mantiene una visión colonialista del mundo en pleno Siglo XXI, particularmente en el área de extracción de recursos naturales en las industrias de la minería, del petróleo y del gas.
    Correa podrá en sus sabatinas decirle a un pueblo ilusionado y lleno de esperanza que Ecuador no está a la venta, pero... la venta ya estaba en puerta hace bastante tiempo. Es dificil entender la izquierda de latinoamerica, ladran constantemente sobre el imperialismo de EEUU y no ven que el diablo mismo esta metido en su casa.

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