De pronto un asalto
policial, violento, brutal. Muertos, heridos, desaparecidos, ni un solo
gendarme lastimado. En la versión oficial, el operativo se produjo para evitar
o contrarrestar un atraco delincuencial, jamás probado hasta hoy. ¿Quién llamó
a la policía? ¿Por qué no se montó una acción preventiva si se tuvo
noticia a tiempo del posible atraco? Los circunstantes fueron obligados a
tirarse al suelo y allí se les disparó y mató.
Una de las víctimas, un cariñoso padre
que acudió a comprar pañales para su pequeño vástago. Entre los desaparecidos, Johnny Gómez, un peatón al que se encapuchó con su propia camiseta, fotografiado por
casualidad, y al que supuestamente se le asesinó después, sin que nadie sepa ni
dónde ni por qué, pero que fue reconocido por su esposa, Dolores Guerra. Una de
las tres Dolores de esta sangrienta historia. Las otras dos: Dolores Briones y
Dolores Vélez. Las tres, viudas a la fuerza, gracias a los desafueros
criminales del gobierno del coronel Lucio Gutiérrez, "el mejor amigo y
mejor aliado de Estados Unidos", según la amorosa confesión que hizo
entonces a George Bush, el carnicero universal.
Entonces comenzó el peregrinaje de las
Dolores, con sus pequeños a cuestas, sin que jueces ni autoridades
escucharan sus lamentos, sus quejas, sus valientes reclamos. Hasta que
últimamente la Fiscalía General del Estado, decidida a empuñar la vara de la
justicia, inició la causa que, para comenzar, significa un cúmulo de medidas
cautelares como órdenes de prisión y otras, que afectan a más de una veintena
de oficiales y gendarmes de tropa. Faltan medidas a tomar, desde luego, como las
exigidas por Dolores Guerra en el sentido de que se investigue concretamente la
desaparición de su marido, quien, hallándose detenido aquella fecha, alcanzó a
comunicarse con ella y le advirtió que los policías le amenazaban de muerte.
¿Por qué? ¿Tal vez porque resultó testigo involuntario del criminoso asalto
policial?
En todo caso, en esta hora que comienza
a brillar la justicia, hay también una luz de esperanza para las tres Dolores y
sus jóvenes hogares.
Por nuestra parte, que entonces
publicamos encendidos de indignación nuestra protesta, en homenaje a ellas
reproducimos ahora un poema que en la hora pusimos a circular:
ROMANCE DE
LAS DOLORES
Dolores Guerra |
Allá van las tres Dolores
por el Boulevar del Puerto.
¿Dónde están nuestros esposos?
le preguntan a ese infierno
de gendarmes y de jueces
que se alimentan con muertos.
Dolores Briones |
Juntas van las tres Dolores
clamando justicia al cielo.
Guayaquil de mis amores
guarda prudente silencio.
La ciudad está ocupada
en darle vida al cemento
y camuflar sus vergüenzas
con un ropaje de hierro.
El grito de las Dolores
es papel que arrastra el viento.
Dolores Vélez |
Pero al fin el grito estalla
convirtiéndose en estruendo
y llegan las tres Dolores
haciendo fuerza del duelo
para vencer a la muerte
resucitando a sus muertos
y alumbrarnos el camino
con la estrella de su ejemplo.
El pueblo les da la mano
para curarse del miedo.
Llegan juntas las Dolores
y se nos quedan adentro.
_______________________________________________
P.D.
Le
invito a que escriba su comentario en el recuadro de abajo, no importa si está
a favor o en contra. Ejerza su derecho a decir lo que piensa.
C. M. Luis
Fernando Carvajal Herrera.
Atte.
Twitter: @lufecahe
c. Jaime recibe mis felicitaciones por esta exaltación y el mensaje recogido en un poema dedicado a las tres Dolores, hijas del pueblo que por una ironía del destino se vieron obligadas a iniciar una lucha por la vida y contra la muerte, la impunidad y el poder diabólico de la oligarquía guaquileña que estoy seguro fue quién influenció para que jueces venales de Guayaquil declaren la inocencia de los maniáticos asesinos chapas causantes de tan horrendos crímenes.
ResponderEliminarSi según el cristianismo con su fuerza espiritual Jesús derrotó a la muerte, las tres Dolores con su fuerza espiritual, constancia y lucha espartana están derrotando los conciliábulos del poder oligárquico que sustentan su dominio hegemónico a través de sicarios uniformados y sin uniforme. Sus agentes sicarios, con razón y sin razón matan a cualquier ciudadano prevalidos de la protección que tienen de sus patrones con gran poder político y económico.
Aunque mis modestos comentarios nunca merecen una respuesta, ahí va uno más:
ResponderEliminarLos artículos de Jaime son siempre inspirados en su espíritu de lucha contra la injusticia, la impunidad, la opresión. El de las Dolores, con el bello poema, son una corroboración de ese espíritu. Yo seguiré esperando que, con la misma fuerza con que combatió a los regímenes opresivos, dictatoriales, violadores de los derechos humanos, lo haga para criticar las desviaciones derechistas del proceso actual, de cuya evidencia nadie duda. No veo aún demandas para que cambien las políticas de criminalización a la protesta social, para que se responda con argumentos, no con insultos, al reclamo por las políticas mineras que afectan a los pueblos, no veo cambios en la vulneración del Estado laico, cuando se dicen misas y otors cultos religiosos en los canales públicos. No veo un camino cierto a la Reforma Agraria, profunda y revolucionaria. En fin. Saludos cordiales, Jaime.
Soy maestra en la ciudad de Puyo- Pastaza sus interesantes artículos los comparto con mis estudiantes, pues son temas históricos y sociales que nos permiten analizar la situación del país, gracias por su valioso aporte.
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