Un
delincuente de cuello blanco llamado Jamil Mahuad, reclamado por la justicia
ecuatoriana, se halla cómodamente instalado en la Universidad de Harvard bajo
la protección de la Interpol, que equivale a la protección oficial de
Washington. La fórmula es simple pero intolerable: la Interpol se niega a
cumplir con la “difusión roja”, pedida por nuestra justicia y que constituye
una especie de orden mundial de captura. El argumento se basa en que,
supuestamente, faltan no se sabe qué documentos legales, con lo cual la
Interpol se convierte en cuarta instancia de… ¡la justicia ecuatoriana! En el
fondo hay un gato encerrado, y es la enorme gratitud del imperio por los
múltiples servicios que le prestara el sujeto de marras cuando ocupó la
Presidencia del Ecuador con el apoyo público y decidido del Partido
Socialcristiano que, para hacerlo, se abstuvo en esa ocasión de presentar
candidato presidencial. Señalemos sólo tres de los grandes servicios prestados
a la causa imperialista: 1) La muerte del sucre y la implantación del dólar como moneda nacional, lo que nos volvió dependientes de la Reserva Federal norteamericana; 2) La entrega de la Base de Manta a las políticas bélicas del Pentágono, lo que estuvo ligado al Plan Colombia y, sin duda, a la agresión que sufrimos en Angostura; 3) La firma del Acuerdo de Paz entre Mahuad y ese otro delincuente llamado Alberto Fujimori, de acuerdo a las exigencias del Departamento de Estado a fin
de que la fuerza militar ecuatoriana se situara en el Norte para cumplir tareas
de guerra contra las FARC.
Estos servicios, mencionados en resumen, le
convirtieron al ex gobernante ecuatoriano en notable testaferro de Washington,
y a la vez en potencial testigo de cargo, el día que se sienta abandonado por
sus todopoderosos padrinos y se anime –si llegara el increíble caso- a relatar
los pormenores y secretos de estos y otros mil actos de entreguismo a la
potencia más explotadora y bárbara que conoce la historia de la humanidad.
En
ese contexto, la exigencia de que la Interpol cumpla con el mandato judicial
ecuatoriano, capturando y permitiendo la extradición del delincuente, es
cuestión de vida o muerte para la soberanía de nuestro país, ya demasiado burlado con el caso de los Isaías, quienes permanecen muy orondos en Miami
disfrutando de las fortunas arrebatadas a los ecuatorianos e invirtiendo
esos dineros malhabidos en jugosas empresas yanquis. Y si a esto se suman las
múltiples maniobras de Chevron-Texaco para invalidar la sentencia de la
justicia ecuatoriana, nuestra patria sería revolcada y pateada en el suelo.
Pero hay mucho más: en el caso Mahuad está vivo y patético el infortunio al que
fueron lanzados millones de ecuatorianos a causa del feriado bancario decretado
por él para favorecer a los banqueros estafadores, que se alzaron con los
ahorros de la ciudadanía y condujeron a muchos ecuatorianos al hambre, al
suicidio y al éxodo masivo, muchas veces para morir asesinados a manos de
mafiosos o policías en el extranjero. Por eso el juicio y la consiguiente
sentencia a Mahuad es también un imperativo de justicia social y de sanidad
política, para que ningún gobernante en el futuro se atreva a jugar
criminalmente con la vida de los ecuatorianos.
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P.D. Le invito a que
escriba su comentario en el recuadro de abajo, no importa si está a favor o en
contra. Ejerza su derecho a decir lo que piensa.
C. M. Luis
Fernando Carvajal Herrera.
Atte.
Twitter: @lufecahe
Hola Jaime. Hay capítulos que se deberían extirpar de la historia de nuestra Patria: el de Mahuad, el de Bucaram, el de Gutiérrez, el del Fabiolo, el de Febres Cordero, y no sigo por no quedarnos sin tener qué contar.
ResponderEliminarAdelante que a la Patria le hacen falta voces valientes y bien fundamentadas como la suya para que las generaciones jóvenes no se equivoquen.
Un abrazo.
Saludos cordiales: Es necesario conocer las verdades no dichas, esta es un de ellas. Hay que difundirlas para no repetir en creer a mentirosos que esperan, la oportunidad para traicionar al prueblo. Nunca más a los explotadores creerles y peor darles un voto de confianza. Hacer lo posible para traerle a Mahuad al pais para que pague su ignominia con el pueblo ecuatoriano
ResponderEliminarDESLEGITIMAR EL CAPITALISMO Y CONSTRUIR LA PATRIA GRANDE PARA TODOS .UN PODER POPULAR ANTI IMPERIO. CON LA ELIMINACIÓN DE LOS TRAIDORES CRIOLLOS ENTONTECIDOS Y AGRANDADOS LACAYOS VEWNDE PATRIAS ENQUISTADOS EN EL PODER IMPERIAL
ResponderEliminarEstimado Jaime y los participantes de esta página, un saludo desde la milenaria sumpa, punta de Santa Elena; verdad que incomoda pensar que cuando estamos en la organización social, solemos buscar a nuestros próximos caudillos nosotros mismos, por cuanto tenemos una debilidad llamada fe ciega, les confiamos nuestras vidas, evitamos ejercer nuestros derechos como la participación ciudadana, el control social y otros mecanismos. Eso pasó con estos apátridas hoy refugiados en la cuna del imperialismo y sus patios adherentes cuando les cedimos nuestra confianza. El conocimiento de la historia permite depurar nuestro pensamiento y actuar con responsabilidad, especialmente cuando concierne acercarnos a las urnas...De la historia se aprende.
ResponderEliminarAmar la Patria grande es ser antiimperialista, apoyar a Correa desenmascarar a la cia norteamericana enquistada en ONGS financiadas po ellos para desestabilizar el Estado soberano y democrático.
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