Toda
revolución rompe cadenas, porque una revolución se hace en aras de la libertad
y, por tanto, para acabar con unas u otras formas de esclavitud. La Revolución Ciudadana liderada por el Presidente Rafael Correa, ha roto algunas de las mil y unas que prevalecen en
nuestra Patria, como es el caso de la deuda externa que, contratada por
gobiernos timoratos y entreguistas, llegó a situar el endeudamiento en más de mil
dólares por cada ecuatoriano, incluidos los agonizantes y los recién nacidos.
Entre
las iniciativas soberanas del Ecuador figuró en 2006 la declaratoria de caducidad del contrato de la multinacional norteamericana OXY (Occidental) para la explotación del Bloque 15 situado en la Región Amazónica. La razón, prevista
en el contrato respectivo, suscrito por la empresa, era muy simple: violación
de la cláusula según la cual la compañía estaba obligada a pedir autorización
del Estado ecuatoriano para enajenar y transferir sus acciones a otra empresa. Acostumbrada a proceder según su
regalada gana –al igual que sus congéneres- la OXY las transfirió sin
autorización, causal suficiente para declarar la caducidad del contrato sin
indemnización alguna ni derecho al pataleo.
Por este paso dado por el Estado ecuatoriano
en aras de disposiciones contractuales y de su soberanía, la OXY apeló ante el
CIADI (Centro Internacional de Arreglos
de Diferencias Relativas a Inversiones), y este acaba de resolver a favor de la empresa y en contra del Estado ecuatoriano el pago de una multa cercana a los dos mil millones de dólares, a pesar de que reconoce irregularidades en los procedimientos de la demandante.
Este “mamotreto jurídico”, como ha calificado la sentencia del CIADI nuestro Canciller, Ricardo Patiño, es una demostración contundente de que el tal Centro
sólo sirve a los intereses de las multinacionales; no en vano su Presidente es
invariablemente el Presidente del Banco Mundial, draga gigante manejada por los yanquis para
exprimirles el jugo, el bolsillo y el alma a los pueblos víctimas del
neocolonialismo y el neoliberalismo... Por esto justamente tres gobiernos libres, presididos por Rafael Correa, Hugo Chávez y Evo Morales denunciaron y abandonaron el CIADI, atadura que en nuestro caso nos impusiera –no faltaba más-
León Febres Cordero y fuera luego sostenido por Lucio Gutiérrez. Claro, aquí
los ecuagringos, entre los que destacan los jurispetroleros y los conocidos
cagatintas de la prensa, han saltado enseguida para apoyar a la OXY y a sus
bien aceitados padrinos del CIADI.
Un ejemplo más de las cadenas que el Ecuador
debe romper. Si en lugar de pagar esa multa imperialista el Ecuador dispusiera
de esa suma para construir viviendas populares, tendríamos recursos para
edificar 200 mil casas para los pobres.
Que esta luz de la verdad siga siendo aún más intensa.adelante compañero Jaime que tus artículos son la estela de quienes segukmos la verdad.
ResponderEliminarAtte. Dr. Paco Willan Delgado
Huaquillas- El Oro