Traductor

jueves, 17 de marzo de 2016

LA HOGUERA DEL ODIO


En nuestro país, durante el segundo mandato de Eloy Alfaro, a comienzos del siglo XX, se desató una avalancha de acusaciones, denuncias y amenazas provenientes de la derecha ultraconservadora y de militares corruptos y ambiciosos, tipo Leonidas Plaza Gutiérrez, empeñados en frenar las reformas radicales que animaban al alfarismo. Los medios de comunicación vinculados a tales sectores fueron los portavoces de esa maligna campaña, destacándose por su agresividad El Comercio, de Quito. “Triturar a la víbora” era lo más suave que proclamaba esa campaña. Rápidamente las llamas fueron creciendo y tomaron cuerpo con motivo del levantamiento del general Pedro J. Montero, que reivindicaba los valores de la Revolución Alfarista.

En esas condiciones, El Viejo Luchador retornó al país en enero de 1912, con declarados fines de buscar la conciliación y la paz alteradas por la guerra civil, en que fue derrotado Montero. Con la garantía de los cónsules británico y norteamericano, se suscribió en Durán un armisticio que garantizaba la vida y la libertad de los alzados y del propio Alfaro. Cumpliendo consignas, los extremistas hicieron tabla rasa del armisticio y el 25 de enero asesinaron en plena gobernación de Guayaquil al general Montero. Su cadáver fue arrojado desde los balcones a la calle y una horda canibalesca lo decapitó, paseando la cabeza en una pica, mutilándole los órganos genitales, que se lanzaban unos a otros en medio de estruendosas carcajadas. Conducidos de urgencia a Quito, Alfaro y un grupo de sus valerosos capitanes fueron asesinados el 28 de enero en el Penal García Moreno, los cuerpos de las víctimas arrastrados hasta El Ejido, donde se los ultrajó e incineró en una danza macabra de asesinos borrachos. Es la trágica y espeluznante historia de la “Hoguera Bárbara”.

La historia volvió a repetirse el 30 de septiembre de 2010, durante la rebelión policial (que contó con el apoyo de varios jefes militares), durante el fallido golpe de Estado y el eventual magnicidio del presidente Rafael Correa, en un desembozado intento de acabar con la Revolución Ciudadana, que a pesar de sus limitaciones y errores, ha marcado rumbos de cambios definitivos en el país. Como la intentona fracasó, hoy los sectores contrarrevolucionarios han vuelto a la carga con renovada furia, arrojando diariamente más combustible para alimentar las llamas del odio y, además, del miedo, en el insano afán de implantar la restauración conservadora neoliberal, por cualquier medio, si no les alcanza el tiempo ni las fuerzas para ganar las elecciones de 2017. Para lograrlo, todo es bueno: el calentamiento de las calles, la difamación, el insulto, la ola de denuncias sobre corrupción administrativa y supuestos atropellos, la violencia contra la fuerza pública, etc., etc. Y claro: el empleo de los medios privados y de las redes sociales en forma audaz e impune.

Por cierto, no se trata únicamente del caso ecuatoriano. El mismo libreto se aplica en todo el continente. En Argentina, contra Cristina Fernández; en Bolivia contra Evo Morales; en Brasil contra Dilma Rousseff y Lula; en Venezuela contra Nicolás Maduro, en este caso incluso recurriendo a la OEA, esa vieja alcahueta de los dictadores y del intervencionismo yanqui.

Ver solo el árbol y no divisar el bosque, en este caso, es propio de miopes políticos o ciegos de conveniencia, pues fácilmente se encuentra el lazo de todos estos movimientos en la mano del imperio y su instrumento archicriminal: la CIA.

E-mail: jaigal34@yahoo.es          Twitter: @jaigal34
_______________________________________________
P.D. Le invito a que escriba su comentario en el recuadro de abajo, no importa si está a favor o en contra. Ejerza su derecho a decir lo que piensa.
C. M. Luis Fernando Carvajal Herrera.
Atte.

Twitter: @lufecahe

2 comentarios:

  1. CIERTO. "...no se trata únicamente del caso ecuatoriano. El mismo libreto se aplica en todo el continente. En Argentina, contra Cristina Fernández; en Bolivia contra Evo Morales; en Brasil contra Dilma Rousseff y Lula; en Venezuela contra Nicolás Maduro..."

    GRACIAS JAIME POR TU VISIÒN que nutre la necesaria comprensión, antecedente de la proAcción. Ejecuciones extrajudiciales llevadas a cabo con la "técnica" del Acoso y Linchamiento Social a través de los medios de comunicación funcionales a la barbarie, que destruyen la SALUD MENTAL de individuos y colectivos inducidos y conducidos a estados de sitio mental, caracterizados por la ceguera psíquica, hipnosis guegaria, disociación psicótica, negación sistemàtica. Eficaces modos que -a fuerza de repetición- sustituyen valores y principios democráticos y de convivencia social, con matrices de opinión armadas para lucrar de la incomunicación y desinformación que sostienen. "Ver solo el árbol y no divisar el bosque, en este caso, es propio de miopes políticos o ciegos de conveniencia, pues fácilmente se encuentra el lazo de todos estos movimientos..."

    ResponderEliminar
  2. Totalmente de acuerdo, con las palabras de Jaime, solamente una acotación la derecha también se infiltra como en la época de Alfaro, dentro del propio partido Liberal Radical, personajes como Carlos Freire Zaldumbide Presidente interino, el Ministro de Guerra de esa época que fue uno de los más grandes conspiradores, otro fue Leonidas Plaza, etc. Acá puede estar ocurriendo lo mismo dentro del Gobierno del Presidente Correa.

    ResponderEliminar