Un tsunami de enormes proporciones está
batiendo a Venezuela. Su oleaje se encrespa y crece conforme pasan las horas.
No se inició ayer. Surgió con el Caracazo, bajo el gobierno socialdemócrata de
Carlos Andrés Pérez, cuando sus fuerzas represivas salieron a golpear y matar a
mansalva a las masas encarceladas en el hambre y la desesperación por el
neoliberalismo de cuño norteamericano, aplicado a escala mundial y cuya fórmula
es simple: privatizar las riquezas naturales y las empresas del Estado a favor
de las multinacionales, endeudar a los países hasta la coronilla, romper los
sindicatos, aumentar los beneficios de la banca privada y arrasar toda clase de
derechos humanos y sociales. De las llamas del Caracazo nacería poco después la Revolución Bolivariana, que refundó la República, fue desmontando poco a poco
la maquinaria opresora y virando al lado opuesto la cara del Estado, esta vez
para que el petróleo, rescatado de las garras imperialistas, sirviera a los
olvidados de siempre a través de educación, salud y vivienda. Como parte dela
acción revolucionaria, grandes latifundios incultos y parasitarios, cuyos
dueños vivían en Miami o Europa, pasaron a ser propiedad de los campesinos.
Para mayor furia de los antiguos dueños de Venezuela, criollos y extranjeros,
los viejos partidos fueron decapitados en las urnas por un voto popular cada
vez más fuerte, mientras el nuevo partido del pasado –los grandes medios
privados- cayeron en irreversible descrédito. Por último, siguiendo el
principio del Libertador que declaró en su hora “nuestra Patria es América”, el
gobierno de Hugo Chávez ha venido impulsando decididamente la formación de
organismos continentales y regionales como ALBA, UNASUR, CELAC y otros
destinados a convertir estos suelos en territorios libres del dominio imperialista. Para frenar el impulso de la
Revolución Bolivariana, amos imperiales, lacayos y bufones de palacio montaron
un golpe de Estado que no duró tres días, pues las masas, casi desprovistas de
conductores, se lanzaron bravamente al rescate de su líder secuestrado y
amenazado de muerte en la tragicomedia del año 2002. Huyendo despavoridos, los
golpistas de ayer se presentan hoy tras la careta de Capriles, pretendiendo desafiar a Chávez mediante el voto, mas como
de antemano se saben derrotados , preparan un escándalo mundial acusando de
fraude al proceso que culminará el 7 de octubre. Derrotada la derecha
recalcitrante, revivirá el catecismo terrorista del reverendo Pat Robertson,gran predicador evangélico y profeta del Partido Republicano, que el 22 de agosto del 2005 declaró lo que sigue en su programa televisivo The 700 Club:
“Chávez
ha destruido la economía venezolana y está convirtiendo al país en una
plataforma de lanzamiento a la infiltración comunista y al extremismo musulmán
en todo el continente, pero si él piensa que estamos tratando de matarlo, en
verdad ceo que deberíamos ir adelante y hacerlo. Es muchísimo más barato que
empezar una guerra…Este hombre es un peligro terrible, es un enemigo peligroso
para nuestro Sur, con una enorme reserva de petróleo que podría hacernos mucho
daño. Tenemos capacidad para eliminarlo, y creo que ha llegado el momento de
ejercer esa capacidad- No necesitamos una guerra de 200 mil millones de dólares
para deshacernos de un dictador autoritario- Es mucho más fácil encargar la
tarea a un agente secreto y terminar con esto de una vez”.
El título induce a creer que Jaime Galarza, un hombre que lo he identificado con ideas revolucionarias en favor de las grandes mayorías oprimidas, propicia acabar con Chávez. No lo podía creer y, en efecto, no ha sido así. Al parecer hay mala intención en el mensaje o se está utilizando la psicología inversa. Algo parecido a: "No lea esto".
ResponderEliminarAdelante gente progresista, que hay antorchas de libertad surcando el espacio de nuestra América Latina. Revolucionarios sin fusiles que se preocupan por los desposeidos y olvidados de siempre, como Rafael & Lenín, en nuestro Ecuador.
Que grata sorpresa, Jaime. Un abrazo fraterno, en primer lugar.
ResponderEliminarEsta mañana, junto a mi hija Raisa, compartimos el Enlace Ciudadano del Presidente. Fue, creo yo, la mejor oportunidad para reflexionar con ella, sobre lo trascendental del proceso que conduce Correa en el tema de la educaciòn superior. Concluimos, obviamente con compromisos (ella inicia el 17 sus estudis superiores).
Respecto del texto, a quienes hay que matar es a las adoratrices del imperio, como el Rvdo. Pat Robertson, asì como a unos cuantos cipayos y testaferros criollos, aupados por medios. así mismo criollos, dedicados en cuerpo y alma al negocio de la comunicaciòn.
Si hacemos caso a lo que el título dice, pues podemos extenderlo y decir "Matemos de apoyo y solidaridad a Chávez". Las revoluciones que se están dando en nuestra América no se detendrán, si eso les preocupa a los sátrapas neoliberales. Una forma de evidenciar este apoyo es asistir este sábado a la Shyris a las 16h00, y participar de los eventos que por conmemoración del 30 S se desarrollarán en estos días.
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