En 1936, durante el levantamiento fascista del generalísimo Francisco Franco contra la república española un prohombre golpista, el General Millan Astray, le lanzó al rostro del ilustre rector de la Universidad de Salamanca esta histórica declaración de guerra: “¡Abajo la inteligencia, viva la muerte!”.
Por su parte uno de sus súbditos, un generalito cualquiera, se cubrió de
gloria al autodefinirse el y sus compinches de este modo: “Si nosotros (los
franquistas) nos limpiamos con los libros, no es que seamos incultos, sino que
somos aseados”.
Esa ralea de enemigos de la cultura es la misma que entonces asesinó al inmenso poeta Federico García Lorca, gloria de la cultura universal. Ahora, 86
años después de esos arrebatos cavernícolas, en nuestro desdichado Ecuador,
gobernado por banqueros y generales de extrema derecha, con motivo del
estallido social que vivimos en estos días se han dado acciones con nauseabundo
olor a fascismo. Tal es el caso de la invasión y ocupación policial de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión institución querida y respetada por el pueblo ecuatoriano y que goza de la admiración del mundo entero.
El pretexto para esta virtual agresión institucional fue la existencia de
un supuesto depósito de armas de fuego instalada en dicha Casa y que estarían
para ser utilizadas por los manifestantes de la CONAIE que vienen desarrollando
un paro nacional con la simpatía y apoyo de la mayor parte del pueblo
ecuatoriano.
No ha parado allí la represión de esta índole, pues otras instituciones
culturales como la Universidad Central, la Universidad Politécnica Salesiana,
la Universidad Católica han sido bombardeadas con gases lacrimógenos para castigar a familias indígenas, sus pequeños hijos incluidos que se encontraban
en esos locales, habían sido previamente declarados Centros de Paz en estos
días de tumultuosas manifestaciones. Esto en medio de decenas de heridos,
presos y unos cuantos manifestantes asesinados a escala nacional.
Al reseñar estos hechos, al condenarlos con toda energía, lo hago como
simple ciudadano que ama la patria de Juan Montalvo y tantos otros valores de
nuestra grande historia nacional. Lo hago también en mi calidad ex presidente
de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo de El Oro; de ex vicepresidente
nacional de la Casa, tanto como Premio Nacional de la Cultura Eugenio Espejo y
Presidente del Colectivo Patria y Cultura.
Con este motivo, llamo a los numerosos e importantes compatriotas
acreditados con este premio a levantar la voz contra este tipo de acciones que
bordean el siniestro abismo del fascismo, con su carga de crímenes, víctimas y
sangre.
¡Viva la cultura, abajo la muerte!
E-mail: jaigal34@yahoo.es Twitter: @jaigal34
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C. M. Mg. Luis Fernando
Carvajal Herrera.
Atte.
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