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martes, 31 de marzo de 2020

LENÍN MORENO DEBE IRSE


Ha llegado el momento. La situación del Ecuador no aguanta más. El nefasto gobierno de Lenín Moreno debe irse. Su presencia constituye un atentado contra la salud y la vida del pueblo ecuatoriano.

Pese a que desde diciembre -es decir, hace cuatro meses-  se advirtió el peligro de la pandemia del coronavirus que hoy nos azota, el régimen no hizo nada, absolutamente nada: ni adquirió los medicamentos y equipos necesarios, ni organizó los hospitales, ni preparó los contingentes sanitarios. Quemó el tiempo en sus delirios anticorreistas persiguiendo opositores, fraguando juicios, espiando y encarcelando, todo con el apoyo paternal del hitlercito norteamericano y con la participación fervorosa de la oligarquía, la banca chulquera y los grandes medios; todos vinculados a CREO, el Partido socialcristiano y ese club de fósiles políticos tipo fabiolos, osvaldos hurtado, pacos moncayo y trujillos.

Y mientras el hambre azota a los pobres de Guayaquil y de todo el país, Lenín Moreno ordena entregar a los especuladores de la deuda externa 320´000.000 de dólares.

Propiamente no Lenín Moreno porque aquí el rey reina pero no gobierna. Se contenta con rodar su silla por la alfombra roja de la Casa Blanca y, cuando más, leer con  “mala letra” los comunicados oficiales escritos por cualquier mediocre.

El gobierno de Lenín Moreno debe irse o pronto presenciaremos en todo el país, comenzando por el “exitoso” Guayaquil de los Nebot y compañía, un torrentoso desfile de ataúdes y bolsas negras selladas con muertos contagiados por coronavirus. Esto en medio de caos, saqueos y masacres, como ocurriera bajo el gobierno socialcristiano de Camilo Ponce Enríquez en el macabro 3 de Junio del 59.

Sí, el gobierno de Moreno debe irse.

Ecuador, 31 de marzo de 2020

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ALCEMOS LA CABEZA

Jaime Galarza Zavala

Corre un viento glacial de puerta en puerta:
es la noticia del coronavirus.
La muchedumbre se acurruca y tiembla,
el campo grita pero nadie le oye,
el hambre en las ciudades se pasea.
“¡Se acerca el fin del mundo!”
auguran los profetas y la prensa.
Y tú, querida, lloras. Y tú callas, amigo,
pensando que en verdad muere la Tierra.
Así olvidamos que un millón de veces
se salvaron los seres y el planeta
¿Acaso algún mal duró cien años?
¿Acaso siempre la muerte nos gobierna?
Cuántos tsunamis padeció el abuelo,
cuántas hambrunas, cuántas guerras,
y cuántos sismos, encierros y destierros,
y cuántas plagas al parecer eternas,
y en los hombros la carga insoportable
de los amos de casa y los de afuera.
Mas de tumbo en tumbo caminamos
en búsqueda febril de la existencia
y del amor, que es todo nuestro premio.
Y es que se va la vida, mas regresa;
muere el sol cada día, mas retorna.
Dejemos ya el llanto y la tristeza.
Inventemos de nuevo la esperanza.
Alcemos la cabeza.

Ecuador, 31 de marzo de 2020

E-mail: jaigal34@yahoo.es          Twitter: @jaigal34
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C. M. Mg. Luis Fernando Carvajal Herrera.
Atte.

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