NATALICIO Y VIGENCIA DE BENJAMÍN CARRIÓN
|
Benjamín Carrión |
El
reciente 20 de abril se cumplieron 125 años del nacimiento de Benjamín Carrión,
ocurrido en la ciudad de Loja. Un acontecimiento histórico de trascendencia
internacional, además de ecuatoriana, dada la fundación de la Casa de la
Cultura Ecuatoriana, inspirada y promovida por él, así como las huellas que
dejara en varios países latinoamericanos, como México y Cuba. Pese a ello, los
grandes medios nacionales ignoraron el suceso. En cuanto a la Casa, que lleva
su nombre, casi lo olvidó, salvo el Ballet Nacional del Ecuador, que efectuó en
su homenaje la presentación de Carmen, con un lleno completo –cerca de dos mil
personas- en el Teatro de la Institución, donde el Director del Ballet, Maestro
Rubén Guarderas, y el escritor Jaime Galarza, Vicepresidente de la Casa,
recuperaron en sus alocuciones la memoria del grande hombre y creador. Galarza
hizo un recuento de la vida y la obra de Carrión, situándolo en su claro
pensamiento socialista y en su adhesión a los procesos revolucionarios del
Ecuador y el continente, desde que en 1944 fuera uno de los impulsores de la
Revolución del 28 de Mayo, La Gloriosa, traicionada y frustrada luego, pero que
dejó legados imborrables como la fundación de la Casa de la Cultura. Más
adelante, en 1959, a la vez que se
adhirió a la Revolución Cubana, proclamó abiertamente la necesidad de la
Segunda Independencia frente al imperialismo norteamericano, y propició una
activa oposición al gobierno despótico de Camilo Ponce Enríquez, primer
tiranuelo socialcristiano, al punto que participó en las elecciones de 1960
como candidato a la Vicepresidencia junto con el patriota y maestro de
juventudes Antonio Parra Velasco, propuesto para la Presidencia de la República
por la Unidad Anticonservadora formada por CFP (Concentración de Fuerzas Populares),
el Partido Comunista del Ecuador y el Partido Socialista Ecuatoriano. La
entonces existente URJE (Unión Revolucionaria de Juventudes Ecuatorianas) fue
el alma de las movilizaciones. Tres años después, tras el golpe de Estado del
11 de julio de 1963, gestado por la CIA y la Embajada norteamericana, la Casa
de la Cultura fue tomada por asalto por los dictadores y Benjamín Carrión,
junto con centenares de escritores, artistas, estudiantes, líderes de toda
clase apresados, perseguidos o exilados. Al caer la dictadura en 1966, Carrión
volvió a dirigir la Casa que le era propia. Un capítulo más de su fervor
político, fue el llamado que hiciera para formar el Frente Amplio de Izquierda,
FADI, en 1977, dándose las primeras reuniones en su domicilio, para salir de la malamente recordada dictadura militar de
los Triunviros. (La suerte del FADI, es otra historia).
He allí, en síntesis, la figura política de
Benjamín Carrión visualizada por Galarza, quien por otra parte, y en otros
momentos, ha señalado que el Maestro cometió sus propios errores en el campo
político, como fuera el entendimiento , a través de la Casa de la Cultura, con
el Presidente Otto Arosemena Gómez, gobernante oligárquico y corrupto, para
auspiciar la candidatura de Galo Plaza Lasso a la Secretaría General de la OEA,
conforme lo requería el gobierno de Washington, lo que motivó la renuncia
pública a la Casa, en su condición de miembros, de numerosos escritores como
Nela Martínez, Agustín Cueva, Ulises Estrella, Juan Andrade Heyman, Francisco
Proaño, Raúl Arias, Rafael Larrea, Egbert Espinosa, Jaime Galarza Zavala.
Renuncia cuyo texto íntegro, suscrito el 8 de enero de 1968, apareció el 11 del
mismo mes en el No.225 de la Revista Mañana, dirigida por Pedro Jorge Vera.
Estos errores, como ha sostenido Galarza, no le restan mérito alguno a la gran
figura de Benjamín Carrión. Simplemente demuestran que hasta los mejores se
equivocan.
Agradezco el comentario del docotor Jaime Galarza Zavala que a buena hora viene a refrescar la memoria del sendero literaio trazado por el ilustre maestro Benjamín Carrión con "¿Por qué Jesús no vuelve?", "Atahuallpa", "El cuento de la Patria", etcétera; y la mejor herencia, la Casa de la Cultura Ecuatoriana, que lleva su nombre. Marco Jiménez, Loja.
ResponderEliminar