El sabio Miguel de Unamuno dijo alguna vez que él no apreciaba tanto en
Juan Montalvo sus manías cervantinas, sino el insulto. Y vaya que el gran
ambateño sabía insultar; por ejemplo al criminal dictador general Ignacio de Veintimilla, lo consagró como Ignacio de la Cuchilla. Posteriormente vendrían
otros grandes del Ecuador por ese camino. Ejemplos: Benjamín Carrión bautizó a García Moreno como “el Santo del patíbulo”; y por su parte Jaime Roldós motejó a un
conjunto de legisladores derechistas y oportunistas, encabezados por Febres
Cordero, como los “patriarcas de la componenda”.
Esto lo recordamos a propósito de las ráfagas de ametralladoras
mediáticas disparadas en los últimos tiempos contra Rafael Correa Delgado, a
quien se ha calificado virtualmente como insultador profesional y se ha
satanizado sus actitudes de confrontación política. Lo primero vino desde su
inicio de gobierno, en 2007, cuando él denominó “pelucones” a los pelucones, es
decir a los dueños de la plata y del poder, título nobiliario que ya se empleó
en la Colonia para identificar a los gamonales dueños de vidas y haciendas.
Por lo demás, hay distintas variantes del insulto, como lo fue contra
Correa todo el tiempo la lluvia de caricaturas en la prensa mercantil, en que
no se exageraban características físicas o políticas del personaje sino que se
lo dibujaba como un troglodita, como un monstruo insaciable, sanguinario
y descomunal.
En cuanto a la confrontación, es decir a mostrarse frontalmente
contrario a determinadas realidades, figuras, programas, instituciones o leyes,
cuando todo ello significa un mundo de odio, explotación, privilegios , codicia
y ambiciones, la confrontación debió ser aplaudida, como debe serlo siempre en
similares casos si se preconizan cambios sustanciales en la vida de un pueblo,
en la suerte de una nación, pues no puede haber progreso alguno, y menos una
revolución, si no se confronta con lo establecido, especialmente cuando este
trata de perennizarse.
En este marco, el más grande confrontador de la historia ecuatoriana fue
Eloy Alfaro, que se alzó contra la servidumbre eclesiásticas, propició la
separación de la Iglesia y del Estado, decretó el laicismo en la educación y,
por último, construyó el Ferrocarril odiado y saboteado por los hacendados de
la Sierra. ¿Puede alguien, a esta altura de la historia, condenar al “Mejor
Ecuatoriano de todos los tiempos” por sus acciones de confrontador?
Lo que sucede es que hoy a propósito de la política de mano extendida ,
de apertura y diálogo propiciado por el nuevo mandatario, Lenín Moreno, los que
siempre vivieron del engaño y explotación al pueblo, los vendepatrias y
pelucones soberbios y discriminadores, creen llegado el momento de ir
desmontando lo hecho por la Revolución Ciudadana, y suponen equivocadamente que
esa actitud democrática del nuevo presidente , les permitirá a
ellos convertirlo en un remedo de Madre Teresa o en graciosa mascota de casa
rica.
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P.D. Le invito a que escriba su comentario en el recuadro de abajo, no
importa si está a favor o en contra. Ejerza su derecho a decir lo que piensa.
C. M. Luis Fernando Carvajal Herrera.
Atte.
Twitter:
@lufecahe
¡ gracias !
ResponderEliminarCertera y objetiva radiografía de la mente invariable de los pelucones ambiciosos,prepotentes y eternos chupasangres de los pueblos, verdaderos psicópatas y sociópatas camuflados carentes del concepto de Humanismo EN PLENO SIGLO XXI ¡¡
ResponderEliminarQue no se confundan, una actitud conciliadora y de diálogo con una actitud sumisa, !jamás¡el Presidente Lenin Moreno permitirá el retroceso de esta dècada ganada. Serenos , pero firmes
ResponderEliminarToda persona tiene su estilo de gobernar. En el presente con historia y despertar de consciencia sabemos las pretensiones de la derecha corrupta y de la prensa mercantilista. El Ecuador entero tiene identificado a los enemigos del progreso.
ResponderEliminarToda persona tiene su estilo de gobernar. En el presente con historia y despertar de consciencia sabemos las pretensiones de la derecha corrupta y de la prensa mercantilista. El Ecuador entero tiene identificado a los enemigos del progreso.
ResponderEliminarExcelente artículo de Jaime Galarza. Los ecuatorianos deben sentir sano orgullo por la obra integral de Rafael Correa, continuador de Eloy Alfaro.
ResponderEliminarRealmente no entiendo lo que pasó en estos últimos 10 años traté de regresar a mi país como profesional de la medicina de urgencias y quise aplicar en nuestro Ecuador los temas de protocolos y cambiar un poco la mentalidad del médico de puertas o el médico pero o sorpresa me encontré con mucho obstáculos la burocracia continúa igual como en años anteriores mi ausencia de 10 años no sirvió para nada no ha cambiado mi mentalidad ahora tengo otra visión del mundo Y me encuentro con lo mismo burócratas personas que atrasan el avance científico no encontré protocolos propios de cada hospital bueno no estoy ni a favor ni en contra de este gobierno de los próximos lo que si percibo o desearía eso un cambio de actitud y de ver las cosas diferentes y no importara de que bandera política eres un saludo muy cordial interesante el tema y da para mucha difusión gracias
ResponderEliminarUn artìculo claro, preciso y concreto, propio de una mente pròdiga en conocimientos de nuestra historia, polìtica e idiosincracia de nuestra Patria,ECUADOR.
ResponderEliminarMuchas gracias, maestro Jaime por compartir sis invaluables conocimientos.
En cuanto a la actitud de nuestro Presidente Lenin, que no llamen a engaño los oportunistas de siempre, los hambreadores de nuestro pueblo, que permanecieron agazapados ante el poder de convocatoria del MASHI RAFAEL,esperando el mejor momento para lanzarse contra su victima(el pueblo)como vibora venenosa para recuperar sus prebendas, oro y gloria, arrebatadas en beneficio de todo el pueblo,que hoy, permanece junto a su Presidente Lenin, alerta y dispuesto a defender una dècada de desarrollo, autoestima,buen vivir y de respeto a la Constituciòn .
Saludos cordiales.