Diariamente, la
verborrea demagógica del régimen morenista se va por las alcantarillas. Así
ocurre con los paupérrimos discursos sobre el amor y la ternura, el diálogo y
la reconciliación, endebles biombos para esconder el odio, el revanchismo y la
persecución. Igual sucede con la cacareada campaña anticorrupción, que sirvió
para desplazar al vicepresidente Jorge Glas en nombre de la moral pública,
reemplazándolo por María Alexandra Vicuña, quien fue entronizada en el cargo
con más aureolas que la Virgen del Quinche, todo para rodar por las escaleras
de Carondelet envuelta en un saco maloliente de acusaciones sobre corrupción.
Ahora será reemplazada
por algún bufón del rey de Guayaquil, esto sin ningún diálogo con nadie, salvo
con la embajada de siempre, los grandes empresaurios, la banca chulquera y la
aplanadora mediática.
A propósito de esta
última, los amos de los grandes medios, como Fidel Egas (Banco Pichincha, Canal
4 y más), deben estar bailando en chulla pata de puro contento, al ver que
Telesur salió del aire por mandato de Donald Trump, con la complicidad de
tantos ovejunos y michelenas que, en el caso del Ecuador, manejan la
aplanadora.
Desde que fue fundada
por iniciativa del Comandante Hugo Chávez, Telesur se convirtió en la voz de
los pueblos latinoamericanos y caribeños para denunciar las atrocidades que el
Imperio comete contra ellos, el saqueo del que son víctimas por sus grandes
recursos naturales, la brutalidad sanguinaria impuesta por el Pentágono y la
CIA en casi todos ellos , como fuera el
caso de las dictaduras militares que los asolaron en décadas recientes, con
celebridades como Pinochet, Videla y un sinfín de bolsonaros. A la vez, Telesur
se convirtió en el vocero de la humanidad que condena las guerras desatadas por
los imperialistas en todas partes, bajo el desbocado afán de convertir al
planeta Tierra en miserable comprador de armas, chatarra y ataúdes.
Más no son estas las
únicas razones que mueven a los guerreristas y sus sicarios de tinta y de
pantallas en el repudio a la libertad de información que representa Telesur. El
afán de silenciarlo tiene sobre todo la
finalidad de cobijar los planes de intervención militar en Venezuela, para lo
cual, en el caso de Ecuador y Colombia, se juega con la figura terrorista del
tal “Guacho”, que resulta más todopoderoso que el Superman de la mitología
norteamericana, pues batallones enteros no han logrado dar con él, que se rio a
carcajadas cuando Lenín Moreno les dio diez días a tres de sus ministros para
meterlo en prisión.
De allí que la OTAN, asentada ya en Colombia, y el Grupo Militar yanqui, asentado en su embajada de
Quito, trabajan por unificar los mandos y los planes de los dos países para la
agresión directa, toda vez que hasta hoy han fracasado sus criminales
maquinaciones para derrocar al gobierno de Nicolás Maduro y acabar con él
mediante una descarga de drones y de bombas.
Pero los genocidas
universales (que por cierto han superado a Hitler) están torpemente
equivocados: pueden silenciar ahora a Telesur, pero nunca podrán acallar la voz
rebelde de Venezuela y de todo un continente. Esa voz que nos viene de Bolívar,
Eloy Alfaro, José Martí y tantos otros nuncios de nuestra Segunda y Definitiva
Independencia.
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importa si está a favor o en contra. Ejerza su derecho a decir lo que piensa.
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C. M. Mg. Luis Fernando Carvajal Herrera.
Atte.
SOLO FELICITARLO POR EL ESCRITO Y DESEAR QUE SU PLUMA NO SE CALLE JAMAS...
ResponderEliminarHa sido su costumbre , acallar las voces que se alzan pars sacar del letargo en que la prensa mercantilista mantiene al pueblo
ResponderEliminarJaime Galarza, como siempre, en la trinchera de la dignidad y la verdad. Mi abrazo fraterno desde La Habana. Pedro Martínez Pírez.
ResponderEliminarExcelente artículo! Los jóvenes seguimos necesitando de su claridad
ResponderEliminarQue pena que en Ecuador haya tanta ceguera a la realidad mundial, lo peor de todo que hay empresarios tan antipatrioticos pues, aun, no saben que tan bien paga el Diablo a quien bien les sirve todos son un atado de ignorantes, no conocer la historia es para volverlo a repetir, no amar a su patria es no amar a su madre.... Sencillamente los EEUU, acabarán con sus empresas, por más ricas que parezcan... Por más amigos que crean ser, la guerra va por qué va...
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