Alianza País está rota. A poco de la victoria obtenida el 2 de abril con su binomio Lenín Moreno-Jorge Glas, la más importante organización política
ecuatoriana se rompió en varios pedazos, principalmente en dos: los seguidores
del fundador y declarado presidente vitalicio del movimiento, Rafael Correa, y
los seguidores del flamante mandatario Lenín Moreno.
Los motivos de la ruptura no son de poca monta, pues envuelven
principios, proyectos, objetivos y, por último, personalidades y estilos. Lo
insólito y violento de la ruptura, ha causado desconcierto, decepción y
alejamiento de numerosos militantes y simpatizantes a escala nacional. Para
encender más la candela, a las discrepancias mencionadas se agrega la lluvia de acusaciones sobre corrupción que cae sobre Jorge Glas, el vicepresidente.
La gente se agita en medio de varios interrogantes, como los siguientes:
¿No fue el propio Rafael Correa quien auspició este binomio y lo consagró
posesionándolo el 24 de mayo? ¿No fue Lenín Moreno quien señaló reiteradamente
que Glas no le fue impuesto por nadie sino que él lo escogió para completar el
binomio en vista de tales y cuales virtudes del personaje escogido? ¿No se
señaló de uno y otro lado que el triunfo de este binomio garantizaba la
continuación de la Revolución Ciudadana? ¿No se reconoció abiertamente el
liderazgo de Rafael Correa?
Cierto que Lenín Moreno, en uso de su legítimo derecho, señaló desde el
primer día que su estilo no sería de confrontación sino de diálogo con toda la
sociedad, por lo que tendía su mano incluso a los opositores de la víspera.
Desgraciadamente, como señalamos en una nota anterior en este diario, al darse
el diálogo principalmente con sectores de la derecha y del empresariado, en las
filas de Alianza País y de sus aliados y votantes, se creó la percepción de que
esa ruta era la que marcaría la acción del nuevo gobierno.
Y esto, además, porque tales sectores comenzaron a cantar victoria antes
de hora, en relación con la oportunidad que supuestamente tendrían para borrar
del mapa las leyes alcanzadas tras largos años de lucha para beneficio de
los pobres y del país, en general, como son las de herencia y plusvalía,
las de establecimiento de medios públicos, las de condena a los paraísos
fiscales, etc.,etc.
¿Los anuncios y medidas para combatir la corrupción? Perfecto, y ojalá
estas medidas se remonten a la época en que los gobiernos derechistas, siempre
manejados por la oligarquía y los intereses extranjeros, entregaron el petróleo
a las multinacionales y se feriaron el país, entre otras medidas privatizando
empresas del Estado a favor de aquellos, como cuando vendieron el ingenio Aztra
a los Isaías a precio de gallina robada.
A propósito, vale la pena recordar que esa banda mundial de pillos y
delincuentes llamada Odebrecht se instaló en el país bajo el régimen de León Febres Cordero.
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P.D. Le invito a que escriba su comentario en el recuadro de abajo, no
importa si está a favor o en contra. Ejerza su derecho a decir lo que piensa.
C. M. Luis Fernando Carvajal Herrera.
Atte.
Twitter:
@lufecahe
Esa mafia internacional llamada Odebrecht no sólo que aparece como delatora a la medida o a la carta, sino que también oficia de acusadora. La otra mafia política y mediática la utiliza como fuente valedera contra la Revolución Ciudadana. Allí está el "dedo" de que habla el presidente Moreno. Pp.
ResponderEliminarPersonalidades como Jaime Galarza siempre están y estarán limpias,sin importar que estén rodeadas de fango.Un abrazo fraterno para mi amigo de siempre
ResponderEliminarLas declaraciones y proclamas estan a la orden del dia ,por parte de cuatreros polítcos venidos desde la serrania a unirse con los piratas del golfo para hacer un carnaval despues de estar sepultados por 10 años por la revolucion ciudadana liderada por Correa
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