Un conjunto de organizaciones juveniles ecuatorianas han venido
desarrollando últimamente varias sesiones de trabajo en Portoviejo y Quito, en
las que participaron representantes de la Jrap, Juventud Alianza País, Juventud Comunista y Juventud Socialista. Los dos motivos principales de estas citas
fueron: 1) definir una posición conjunta de dichas organizaciones frente a la
situación política que vive nuestra patria, y, 2) participar en el Festival Mundial de las Juventudes Democráticas a celebrarse en Moscú en Octubre próximo.
En relación con el primer punto, la decisión unánime fue respaldar el
proyecto de la Revolución Ciudadana, señalando la necesidad de mantener
firmemente la unidad de las fuerzas comprometidas en esta causa, sin propiciar
ninguna posición divisionista. Como dijo una adolescente manabita: “Los jóvenes
de hoy nacimos en el seno de la Revolución Ciudadana y no podemos ni debemos
abandonarla”. Esta actitud de tan importantes sectores de la juventud
ecuatoriana debería ser un ejemplo para los dirigentes de PAIS y demás
organizaciones que se precian de revolucionarias, donde no faltan los intereses
de grupo, los apetitos burocráticos y las maniobras de la derecha conducentes a
romper la organización creada hace 10 años bajo el liderazgo de Rafael Correa,
la cual, con todas las fallas, errores y desviaciones que se le pueden
atribuir, constituye el referente más importante de la izquierda ecuatoriana en
las últimas décadas.
En relación con el segundo punto, es encomiable la decisión juvenil de
encontrarse en Moscú con representantes de todo el mundo. Para ello nuestra
juventud debería afinar una posición clara y combativa en defensa de la paz
universal, tan seriamente amenazada en estos momentos por la interminable
cadena de nuevas guerras desatadas por el imperialismo norteamericano en Medio
Oriente y África, con francas amenazas en el Asia y América, donde el Presidente
Donald Trump continúa la nefasta línea internacional de intervención
imperialista visible cuando Obama declaró el año pasado: “Venezuela se ha
constituido en una amenaza seria e inusual para la seguridad de Estados
Unidos”, con lo cual se abre la puerta al intervencionismo militar yanqui en la
patria de Bolívar, envolviendo a todo el continente, de darse esta, en
descomunales hogueras.
A propósito, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana ha puesto en manos del público la obra titulada “Bases militares norteamericanas en el mundo. Capítulo Especial Ecuador”. Los jóvenes pueden con
esta obra disponer de un material fundamental para conocer el problema grave de
las bases norteamericanas asentadas en los cinco continentes, y que las tienen
varios países de América, lo que nos pone en el riesgo cierto de caer bajo las
botas invasoras de los ejércitos yanquis.
Además, para orgullo de los ecuatorianos, esta obra nos muestra también
el caso insólito de que nuestro pequeño país ha derrotado cinco ves al poderoso
imperio del Norte al expulsarlo de las bases de Salinas, Galápagos, Archidona,
Manta y de ese enclave de espionaje que fue el Instituto Lingüístico de Verano
que gobiernos entreguistas permitieron asentarse en la provincia de Napo
durante más de tres décadas, hasta que fue expulsado por el presidente Jaime
Roldós Aguilera dos días antes de ser asesinado. Estas sonadas victorias del
diminuto David ecuatoriano frente al descomunal Goliat deben constituirse en
luminoso ejemplo para la joven generación.
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P.D. Le invito a que escriba su comentario en el recuadro de abajo, no
importa si está a favor o en contra. Ejerza su derecho a decir lo que piensa.
C. M. Luis Fernando Carvajal Herrera.
Atte.
Twitter:
@lufecahe
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