Con el acto celebrado ayer, 18 de abril, en el Coliseo Rumiñahui, elConsejo Nacional Electoral atendió debidamente el pedido inicial de recuento parcial de la votación dada por la ciudadanía en las elecciones del 2 de abril;
acto efectuado con la participación de centenares de observadores, autoridades
electorales, delegados de Alianza País, oficiales de las Fuerzas Armadas y de
la Policía, a la vez que solemnizado y certificado por numerosos
observadores internacionales, la OEA incluida.
Los representantes de los peticionarios que debían acudir en nombre de CREO-SUMA brillaron por su ausencia. Y es que previamente habían cambiado su
solicitud inicial de un recuento parcial por la ilegal y astronómica petición
de que se contaran todos los votos emitidos en la segunda vuelta, es decir,
cerca de 12 millones. De haber sido esto posible, allí los tendríamos a los
delegados del binomio perdedor Lasso-Páez haciendo líos en la verificación de
cada voto a cuenta del supuesto fraude que ellos alegan, para que la proclamación
del binomio victorioso Lenin Moreno-Glas demorara por los siglos de los siglos,
amén.
Ahora debemos esperar nuevas maniobras dilatorias, como el calentamiento
de las calles efectuado por grupos y militantes de la Alianza derechista
derrotada, fuesen pagos o simplemente fanatizados por la propaganda y las
consignas venenosas de la ultraderecha, cuya consigna inalterable es y será
impedir la gobernabilidad del presidente electo por las mayorías, para que
fracase todo intento de continuar, profundizar y mejorar la política de la
Revolución Ciudadana, que tantos logros ha tenido en esta década a favor de los
sectores pobres y vulnerables de la sociedad ecuatoriana.
En la candente contienda electoral que vivimos, está presente un
enfrentamiento de dos modelos irreconciliables: el de los necesarios cambiospolíticos y sociales con Lenin Moreno, y el neoliberal de la ultraderecha: privatización de la educación, la salud pública, la seguridad social, las diversas empresas del Estado y , de paso, el despido masivo de servidores públicos, la rebaja de los salarios y horas de trabajo en las
empresas privadas, a lo que se agrega la consolidación del imperio mediático
ejercido por un conjunto de medios especializados en la desinformación, la
mentira y la calumnia.
Todo esto sin contar con que detrás del proceso electoral ecuatoriano,
hay una batalla oculta que libra la patria de Eloy Alfaro y toda América Latina
contra la dominación norteamericana, ávida por recuperar mercados, apoderarse
de nuestros grandes recursos naturales, volver a los gobiernos colonizados y
convertirnos en bases militares para consolidar la política de dominación
mundial en que se hallan febrilmente empeñados los señores de la guerra: los
fabricantes de la industria bélica más descomunal de todos los tiempos, que se
mueve tras el Pentágono, al cual Donald Trump acaba de dar muestras abiertas de
adhesión con el incremento del presupuesto de defensa y los bombardeos de Siria
y Afganistán.
Esta batalla oculta debe ser denunciada y esclarecida para que la
comunidad ecuatoriana en su conjunta comprenda que aquí, en nuestro pequeño
país, la lucha liberadora será más dura y prolongada de lo previsto, pues
detrás de las ambiciones de un banquero y las bravuconadas de un fascista
incendiario, están los designios de dominación mundial que alimenta el imperio
más grande y bárbaro que ha sufrido el planeta Tierra.
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P.D. Le invito a que escriba su comentario en el recuadro de abajo, no
importa si está a favor o en contra. Ejerza su derecho a decir lo que piensa.
C. M. Luis Fernando Carvajal Herrera.
Atte.
Twitter:
@lufecahe
GRACIAS!!!
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