Que el 19 de febrero triunfe Lenin Moreno es posible y, a la vez,
absolutamente necesario. Es posible porque su figura, donde se presenta o se
habla de él, suscita cálida simpatía, emoción popular y respaldo. Es posible,
además, porque la inmensa mayoría de la población, aun formulando críticas o
haciendo reparos a la administración del presidente Rafael Correa, reconoce la
inmensa obra realizada en la década que está por concluir, así como los cambios
legales e institucionales efectuados en medio de la enconada oposición de los
eternos dueños del país, ubicado en la gran empresa, la banca chulquera y la
partidocracia.
Es posible, igualmente, porque todos recuerdan el paso de Lenin
por la vicepresidencia, cuando supo humanizar la política del Estado al dignificar a la enorme masa de discapacitados que existe en el país, abrirle puertas para su bienestar y su trabajo.
Todo esto favorece la perspectiva de triunfo en una sola vuelta, por más
que las encuestas interesadas (o pagadas) digan lo contrario, mientras algunas
empresas de sondeo se pelean en nombre de una de las propuestas derechistas ,
disputándose a dentelladas el segundo puesto, con la esperanza de que Lenin
Moreno pase a la segunda vuelta y pueda ser derrotado. Ilusiones, dulces
ilusiones.
Pero además de ser posible el triunfo de Lenin Moreno en la primera
vuelta, es absolutamente necesario que así ocurra, pues de otra manera el país
se vería abocado a una contienda política sin precedentes en la vida nacional,
pues la oposición buscaría unificarse por encima de todas las diferencias que
hoy mantienen, y pese a las dentelladas que se lanzan unos contra otros. Y es
que en esta banda, que incluye a fascistas, curuchupas light y oportunistas de
toda pelambre, los apetitos de poder son colosales.
Allí se juntan los banqueros que despellejan al pueblo y que le
hundieron con el feriado bancario; allí los hábiles negociantes de la pasada
deuda externa; allí los amos de la prensa antigua y moderna; los nostálgicos
del podrido Congreso nacional y del hombre del maletín. En fin, los
agentes de multinacionales como la norteamericana Betchel, aquí enmascarada
como Interagua o Tripleoro, con sus socios menores como los alcaldes
socialcristianos de Guayaquil y Machala, además de los fósiles políticos, el
reducido grupo de generales privilegiados, el sector clerical que tiene como
eterno ídolo al tirano García Moreno.
Por todo lo expuesto – que es muy poco- nadie puede permanecer al margen
del proceso electoral; nadie debe votar por las fuerzas regresivas del pasado;
nadie puede ni debe apuñalar a la madre patria. Y menos que nadie la juventud
estudiosa, obligada a pensar y recuperar a tiempo la memoria histórica.
Permanecer en la indecisión, votar nulo o en blanco, equivocar el voto sólo
agravará los males del país.
Lenin Moreno representa la continuación de la obra positiva, hará
posible la rectificación de los errores, será capaz de unir a las fuerzas sanas
del pueblo ecuatoriano, lejos de todo sectarismo de grupo o de partido. Esto lo
espera el Ecuador todo; esto anhela también la Patria Grande, nuestra América.
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P.D. Le invito a que escriba su comentario en el recuadro de abajo, no
importa si está a favor o en contra. Ejerza su derecho a decir lo que piensa.
C. M. Luis Fernando Carvajal Herrera.
Atte.
Twitter:
@lufecahe
Me apena profundamente la postura de un querido amigo como Jaime,que siempre estuvo en la vanguardia de la honestidad y que al final de su vida prefiera votar por la corrupción
ResponderEliminarSoy verdadera mujer de izquierda, ex asambleista alterna x la alianza PC-PAIS, aclaro no estuve nunca en cargo público por PAIS. Me limito decir ahora que como imperativo histórico debe ganar Lenin, pero revisando e implementando un verdadero proceso de izquierda, gobernando con los/as mejores hombres y mujeres, reconocidos y probados. Faltan políticas para combatir la corrupción, debe implementarse verdadera revolución agraria, deben formarse milicias ciudadanas educadas política-ideológicamente, que realmente halla convicción.
ResponderEliminarSeñores soy de la tesis que se tiene que propiciar la REVOLUCIÓN DE LA ÉTICA, el resto es frase huecas en desuso, es timepo de la praxis idelológica, siguiendo el ejemeplo de un hombre como Pepe Mujica.
ResponderEliminarLa verdad estimado Jaime que la década perdida le calza a la oposición. No haber sido capaces de construir una propuesta contemporánea a los requerimientos nacionales y regionales, peor haber puesto un candidato a la altura de Rafael. Da pena escucharles, qué diferencia al lado de Rafael Correa. El desafío del binomio Moreno- Glass, es precisamente luchar contra la corrupción de siempre y la actual. A limpiar y no dejarse sorprender por el fenómeno corruptor que tiene mil caras para el engaño. Y la Revolución Ciudadana a sanear sus filas. Todos tenemos que colaborar y ser aportantes, para evitar fugas.
ResponderEliminarJaime Galarza Zabala, un referente de los que luchan durante toda su vida por la equidad social, la justicia, la solidaridad..... Yo votaré para que no se bote al suelo la tremenda experiencia adquirida por la revolución ciudana, se de continuidad al gran proyecto implantado en un altísimo porcentaja para que marche de una manera sincronizada, corrigiendo errores, dando mucha fuerza al combate de la corrupción en base a las experiencias vividas, y esto es lo que más les asusta a los corruptos, que se siga deshilvanando el ovillo purulento, que abarca a las últimas décadas, hablando de lo posible, que de seguro tocará a muchos intocables que prepotentemente, además reprimieron al pueblo......
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